1. Estar borracho aumenta la probabilidad de que pierdas tus gafas en un 96%.

Y en un 75% que se rompan. La ciencia no miente.

2. En un concierto mientras cantas tu canción favorita.

3. O cuando decides entrar al pogo y pierdes más que solo tus lentes.

Ni tu orgullo ni tus lentes sobrevirirían a esto.

4. Cuando sacas la cabeza por la ventana y tus lentes salen volando.

5. A veces simplemente desaparecen de esta dimensión.

Y vuelven a esta dimensión cuando ya te compraste un par nuevo.

6. Cuando tratas de perder peso pero lo único que pierdes son tus lentes.

7. Si subes a una montaña rusa sabes que terminarás sin lentes cuando te bajes.

Definitivamente no estará tan feliz cuando termine el paseo.

8. Cuando pierdes tus lentes y los encuentras de la peor forma posible.

Upss...

9. O cuando tu perro te los roba.

Y si termina teniendo más estilo que tú, duele mucho más.

10. Y aunque a veces tus lentes perdidos están en los lugares más obvios.

11. Siempre encontrarás una forma tonta de perderlos de vista.

"Mis lentes, desparecido han".