Así que en verano parece casi ilegal tomarse un selfie sin lentes de sol.
Un estudio, publicado por Vanessa Brown de la Universidad de Nottingham Trent en el Reino Unido, explora la relación cultural y psicológica que existe entre los lentes de sol y nuestra idea de lo atractivo.
Un par de lentes de sol pueden añadir simetría a tu rostro como por arte de magia. Los lentes oscuros harán que las asimetrías de tu rostro se noten menos.
Es un hecho que lo “misterioso” atrae. Los ojos son la fuente de información más grande de la comunicación no verbal. El contacto visual nos ayuda a juzgar la inteligencia, seguridad y sinceridad de la otra persona. Al cubrirlos estás generando intriga en la otra persona y haciéndote parecer más interesante de lo que en verdad eres.
El primer uso que se le dio a los lentes de sol fue para deportes de riesgo acuáticos y en la nieve, además, fueron asociados tempranamente con la aviación. Eso les brindó una asociación histórica con lo osado y lo moderno.
Por otro lado, las estrellas de Hollywood comenzaron a usarlos en la década de los cincuentas para evitar ser reconocidos en público. Este último acontecimiento fue lo que cimentó la relación de este accesorio con lo glamoroso.